La industria editorial debe dinamizar lectura, cultura y educación

Esta fue una de las principales conclusiones a la que llegaron representantes del sector del libro de Argentina, Brasil, España y México durante un debate celebrado hoy, en el marco del VI Congreso Iberoamericano de Editores (GIE), sobre las políticas económicas y las normas reguladoras de la industria en la región.Javier López Llovet, director general de Sudamericana Random House Mondadori y vicepresidente de la Cámara Argentina de Publicaciones, recordó que 'de los libros también hay que vivir' y que a veces 'se nos olvida que para poder hablar de cultura, educación y lectura, también hemos de hablar de que tenemos que ganar dinero'.El editor argentino abogó por una política regional conjunta que consolide el sector a través de políticas de…

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Esta fue una de las principales conclusiones a la que llegaron representantes del sector del libro de Argentina, Brasil, España y México durante un debate celebrado hoy, en el marco del VI Congreso Iberoamericano de Editores (GIE), sobre las políticas económicas y las normas reguladoras de la industria en la región.
Javier López Llovet, director general de Sudamericana Random House Mondadori y vicepresidente de la Cámara Argentina de Publicaciones, recordó que 'de los libros también hay que vivir' y que a veces 'se nos olvida que para poder hablar de cultura, educación y lectura, también hemos de hablar de que tenemos que ganar dinero'.
El editor argentino abogó por una política regional conjunta que consolide el sector a través de políticas de Estado a largo plazo, que contribuyan a eliminar los desequilibrios entre países y armonicen las políticas fiscales y de subvención en Iberoamérica.
Recordó que en la región se pueden encontrar cuatro modelos de aplicación del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) a los libros.
En Argentina y México están exentos, en España es un IVA reducido y en Chile es el general.
Este editor manifestó que 'el Estado y los editores debemos encauzar nuestra relación fundamentándola en el intercambio honesto de información' sobre los pasos a dar, y 'encontrar caminos hacia una alianza estratégica para el fomento del libro y de la lectura'.
La necesidad de armonizar políticas del libro fue apuntada también por José Angel Quintanilla, vicepresidente del GIE y presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana.
Quintanilla recordó que en la XV Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno que se celebró en octubre de 2005 en la ciudad española de Salamanca se sentaron la bases de una Carta Cultural, que entre otras cosas insta a tener 'legislaciones iguales' en materia de promoción de la lectura y el libro.
En el caso de México, añadió Quintanilla, sería de gran ayuda porque 'no existe ninguna ley que obligue a nadie a promover la lectura', en un país en el que casi el 40 por ciento de la población vive en situación de pobreza o de extrema pobreza.
Según Oswaldo Siciliano, dueño de la mayor red de librerías del país y presidente de la Cámara Brasileña del Libro, Brasil ha dado pasos hacia adelante y aseguró que está en disposición de dar un salto histórico de calidad gracias a las políticas de fomento de la lectura y de apoyo al sector.
El editor brasileño destacó la importancia de la elaboración de una Ley del Libro como 'marco legal para construir una política de Estado para el libro y la lectura' y el paso significativo que supuso en 2004 'dejar al libro fuera de cualquier carga impositiva'.
Estas medidas impulsadas por el Gobierno contribuyeron a que el sector creciera en 2005 un 19 por ciento y facturara un 9 por ciento más que el año anterior, según los datos ofrecidos por Siciliano.
'En ningún otro momento de nuestra historia estuvimos tan cerca de lograr una acción en favor del libro y la lectura. Todo el mundo sale beneficiado', añadió el editor, que destacó el esfuerzo común que realizan el Estado, la sociedad civil y los editores.
La visión española fue ofrecida por el director general de la División Editorial de Librerías del Grupo Planeta, Jesús Badenes, quien se refirió a la industria de la edición y la cultura como catalizador clave del avance social y económico de los países.
Badenes consideró que América Latina debe impulsar políticas fiscales y de ayuda a la creación de una red de librerías para 'lograr la democratización de la lectura', y pidió un menor intervencionismo del Estado en el mercado del libro.

La industria editorial debe afrontar el doble reto de ejercer su papel de agente dinamizador de la lectura, la cultura y la educación, y de sacar
La industria editorial debe dinamizar lectura,

No es lógico, dijo, que 40 millones de españoles compren tantos libros como 250 millones de latinoamericanos -excluyendo los libros de texto- y esto es así, argumentó, no sólo por el mayor poder adquisitivo en España, sino por el mayor peso de las empresas.