Encuentro de los libreros Kirico en Liber 2010

En el marco del Liber 2010, se celebró en Barcelona una mesa redonda organizada por Kirico-CEGAL centrada en el tema de la relación entre librería y escuelas. Bajo el título Librerías de guardia, se mostraba el trabajo permanente de los libreros para hacer llegar sus selecciones a los lectores, centrándose en el entorno de la escuela, tratando de evitar la compra directa a las editoriales por parte de los centros. La mesa contó con el testimonio de tres ponentes que dieron su visión personal en esta relación librería-escuela. En primer lugar, Lara Reyes, maestra de primaria de un centro de Tarrasa, explicó con todo detalle y mucho entusiasmo, su sorpresa por la escasez de recursos del centro a donde fue…

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En el marco del Liber 2010, se celebró en Barcelona una mesa redonda organizada por Kirico-CEGAL centrada en el tema de la relación entre librería y escuelas. Bajo el título Librerías de guardia, se mostraba el trabajo permanente de los libreros para hacer llegar sus selecciones a los lectores, centrándose en el entorno de la escuela, tratando de evitar la compra directa a las editoriales por parte de los centros.

La mesa contó con el testimonio de tres ponentes que dieron su visión personal en esta relación librería-escuela. En primer lugar, Lara Reyes, maestra de primaria de un centro de Tarrasa, explicó con todo detalle y mucho entusiasmo, su sorpresa por la escasez de recursos del centro a donde fue destinada y cómo ha conseguido en poco tiempo montar un proyecto de formación lectora e implicar a todo el equipo directivo de la escuela, a los alumnos y a los padres en un acercamiento a los libros ilustrados, con la complicidad de su librera de referencia, Oblit Baseiria de Casa Anita.

En segundo lugar, el testimonio de una madre de familia, Anna Solà, que con tres hijos pequeños encontró en una librería cercana libros infantiles bien escogidos, que le permiten crear buenos momentos de lectura compartida en casa.

Por último, el testimonio del librero Francisco Goyanes, de la librería Cálamo de Zaragoza, que trasladó a los participantes las inquietudes de los libreros, los más indefensos dentro de la cadena del libro, y lanzó algunas propuestas para acercarse mejor a los docentes responsables de la compra en los centros escolares.

De la mesa salieron muchas ideas, propuestas, pero sobre todo quedó muy claro que los libreros deben encontrar la oportunidad para atraer a su librería a unos cuantos maestros del barrio, algunos padres del entorno y crear poco a poco una red de mediadores que pueda ir creciendo y enriqueciéndose en torno a la librería.