Buenos propósitos para el comienzo de curso: La Biblioteca Escolar

No vamos a recordar los beneficios de la Biblioteca escolar, que a estas alturas todo profesional de la enseñanza debe conocer. Tampoco incorporaremos aquí un listado de recursos que ayudan a montar y organizar una biblioteca en un centro escolar. Porque en este comienzo de curso, lo que hace falta es ilusión para desarrollar la energía cargada durante el descanso vacacional. Y la mejor forma de ilusionarnos es por contagio.Os proponemos la lectura de un libro, publicado por la editorial Océano: … Pero no imposible. Bitácora de la transformación de una biblioteca escolar y su entorno. La autora es una maestra convencida de los beneficios de la lectura y la escritura, que en un momento de su vida abandona un…

Por en Aulas Kirico

No vamos a recordar los beneficios de la Biblioteca escolar, que a estas alturas todo profesional de la enseñanza debe conocer. Tampoco incorporaremos aquí un listado de recursos que ayudan a montar y organizar una biblioteca en un centro escolar. Porque en este comienzo de curso, lo que hace falta es ilusión para desarrollar la energía cargada durante el descanso vacacional. Y la mejor forma de ilusionarnos es por contagio.

Os proponemos la lectura de un libro, publicado por la editorial Océano: … Pero no imposible. Bitácora de la transformación de una biblioteca escolar y su entorno. La autora es una maestra convencida de los beneficios de la lectura y la escritura, que en un momento de su vida abandona un cómodo trabajo de coordinación de planes de lectura estatales en su país, México, para centrarse en la tarea de poner en funcionamiento una biblioteca en una escuela de una zona deprimida de Chihuahua.

Y lo que nos cuenta Claudia Gabriela Nájera en este libro, a modo de cuaderno de bitácora, es el proceso de ese trabajo, desde el inicio hasta el desenlace final, que resulta una aventura, incorporando con toda sinceridad los momentos de dudas y dificultades inevitables con experiencias concretas bien relatadas. No es por tanto un libro de recetas para hacer lectores sino una experiencia personal, pero muy real, de quien siente de verdad que formar lectores posibilita a los alumnos ampliar su mundo personal y les habilita para desarrollarse en una sociedad de cultura escrita.

Un librito de cabecera para cargar pilas en estos primeros días de inicio de curso.

Esperamos aquí vuestros comentarios, ya sabéis que es cuestión de contagiar…