Resultados del informe PISA sobre lectura

El último informe PISA,
resultado de una evaluación realizada en 57 países a alumnos a partir
de 15 años, lanza una preocupante cifra sobre la lectura: un descenso en comprensión lectora para los jóvenes españoles
de 20 puntos respecto a los resultados de 2003, que se une a un
descenso generalizado en competencia lectora en todos los países.
Sin
embargo, en España nuestros alumnos aumentan su capacidad científica y
se mantienen estables en matemáticas. ¿Qué está pasando?
En el estudio, se indica que, de los 200.000 alumnos españoles evaluados, pertenecientes a 686 centros, el entorno cultural es el factor más influyente
para sus capacidades y progresos lectores. El rendimiento de hijos de
padres sin estudios superiores es inferior a los hijos de familias
universitarias, y la diferencia mayor se encuentra en…

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El último informe PISA,
resultado de una evaluación realizada en 57 países a alumnos a partir
de 15 años, lanza una preocupante cifra sobre la lectura: un descenso en comprensión lectora para los jóvenes españoles
de 20 puntos respecto a los resultados de 2003, que se une a un
descenso generalizado en competencia lectora en todos los países.
Sin
embargo, en España nuestros alumnos aumentan su capacidad científica y
se mantienen estables en matemáticas. ¿Qué está pasando?

En el estudio, se indica que, de los 200.000 alumnos españoles evaluados, pertenecientes a 686 centros, el entorno cultural es el factor más influyente
para sus capacidades y progresos lectores. El rendimiento de hijos de
padres sin estudios superiores es inferior a los hijos de familias
universitarias, y la diferencia mayor se encuentra en la presencia de
libros en casa: hay 85 puntos de diferencia entre los alumnos en cuyos
hogares hay menos de 10 libros y los que tienen más de 500 libros.  

El contacto diario con la lectura es, por tanto, decisivo, según este informe, y desde el Club Kirico os invitamos a incluir en vuestros hábitos cotidianos
una especie de militancia en lectura: leer cuentos a y con los hijos,
llevarlos a las librerías a elegir sus propias lecturas, hacerles
socios de la biblioteca cercana, compartir tiempos de lectura
individual en casa, comentar libros leídos, ayudarles a buscar
información práctica para resolver una duda en una guía de viajes, una
enciclopedia o un periódico, y tantas otras prácticas igual de
sencillas y siempre fructíferas.

Y, por supuesto, no vamos a decir aquí que la responsabilidad única está en la familia, pues las instituciones públicas junto con las escuelas
tienen la misión de evitar desigualdades, ofreciendo oportunidades a
todos los alumnos, los que tienen menos motivaciones en casa también.
Por eso, es tan importante reivindicar desde el papel de padres las bibliotecas escolares, que garantizan esa igualdad y permiten avanzar hacia una sociedad lectora con las mismas oportunidades para todos.