El libro que se sentía solo

El libro que se sentía solo. Kate Bernheimer. Chris Sheban,il. Editorial Juventud El libro se sentía feliz cuando lo leían, y a menudo algún niño se lo llevaba a casa. Pero el libro fue envejeciendo y ya casi nadie lo sacaba del estante de la biblioteca. Hasta que un día, una niña encontró el libro solitario y empezó a leer aquellas páginas gastadas…Maravillosa historia que me trae recuerdos a la Historia Interminable de Michael Ende, magníficamente narrada e impresionantemente ilustrada. Y es aquí, donde para variar, haremos un apunte, contaremos el método que el ilustrador estadounidense utiliza para realizar estas fantásticas ilustraciones… (sigue)El primer esbozo nace en un papel de calco de dimensiones más bien pequeñas ya que, como el…

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El libro que se sentía soloEl libro que se sentía solo. Kate Bernheimer. Chris Sheban,il. Editorial Juventud
El libro se sentía feliz cuando lo leían, y a menudo algún niño se lo llevaba a casa. Pero el libro fue envejeciendo y ya casi nadie lo sacaba del estante de la biblioteca. Hasta que un día, una niña encontró el libro solitario y empezó a leer aquellas páginas gastadas…
Maravillosa historia que me trae recuerdos a la Historia Interminable de Michael Ende, magníficamente narrada e impresionantemente ilustrada. Y es aquí, donde para variar, haremos un apunte, contaremos el método que el ilustrador estadounidense utiliza para realizar estas fantásticas ilustraciones… (sigue)
El primer esbozo nace en un papel de calco de dimensiones más bien pequeñas ya que, como el propio Chris Sheban explica, así le es más fácil contemplar y encajar toda la escena. Una vez que tiene este primer boceto hace una fotocopia sobre la que realizará un estudio de color. Después… hace una fotocopia de la fotocopia (ya coloreada), pero esta vez ampliando la imagen según le convenga. Vuelve a por un papel de calco nuevo y sobre esta última fotocopia traza de nuevo el dibujo, pero esta vez puliendo un poco más las líneas y los detalles. Hecho todo esto, por fin se hace con un papel de acuarela, lo fija a la mesa y le aplica un lavado de color (más oscuro o más claro, según lo requiera la escena). Transfiere el último boceto a este papel (con la ayuda de unos pasteles y un lápiz) y vuelve a reconstruir minuciosamente el dibujo con sus lápices de colores. Definitivamente empieza a construir la escena con sus acuarelas y pasteles… Y el resultado; ¡sorprendente!
Mariví Chavarrías. Librería Central, Zaragoza